Tras la publicación de Home on High a finales del año pasado, Nat Simons viene a Madrid para presentarlo el próximo 22 de mayo. Solo ha recibido buenas críticas sobre su estilo, un visión del folk muy personal, inspirado en el country americano, y que supone una propuesta diferente para el mercado español. Veamos cómo lo explica ella misma:

Has publicado Home on High a finales de 2013, ¿cómo ha sido el camino hasta llegar ahí?

Ha habido todo tipo de experiencias, buenas y no tan buenas, pero creo que no cambiaría nada porque precisamente ha sido el aprendizaje a lo largo de este viaje el responsable de los resultados, de que todo sea como es. 

Home on high es tu disco debut y ya aparece en algunas listas seleccionado entre los mejores álbumes de 2013, ¿qué supone eso para ti?

Para mí es muy gratificante, como también lo ha sido contar con tantos profesionales en mi primer álbum, es un lujo y supongo que también el fruto de mucho trabajo.

¿Puedes explicarnos quién y qué te inspiró el título del disco?

El título viene inspirado por la canción de Van Morrison ‘Astral Weeks’  donde hablaba de una casa en las alturas construida en otro mundo, en otra época, en otra tierra…me parecía algo muy inspirador y significativo, y creo que refleja muy bien el concepto de la música como ‘refugio’ como lugar donde huir de vez en cuando; me gusta verlo así.

¿Quiénes son tus influencias musicales?

Tengo muchísimas influencias musicales que van desde el blues-soul, country, folk, hasta el pop. Últimamente cada vez escucho más mujeres actuales: Alela Diane, First Aid Kit, Angel Olsen…

¿Qué características musicales podemos apreciar en este trabajo?

Pues realmente en la música hasta ahora yo le he dado mucha importancia a la letra y creo que los arreglos hacen bastante alusión a lo que se está contando, a la nostalgia o a la alegría; eso es lo que hace las canciones que sean evocadoras, y que te trasladen a otros lugares. Lo más característico es la instrumentación, casi todos los que hemos utilizado son muy americanos y van variando según lo que hayamos querido transmitir.

La voz es el principal elemento de tu música, pero los arreglos y la instrumentación son especialmente cuidados, ¿cómo trabajas en ello, cómo es el proceso creativo?

Me dejo guiar por lo que me dicen los arreglos en un primer momento, y por la intuición, como hago para componer. Los músicos que han trabajado en el disco son muy buenos y en este sentido ha resultado fácil porque la gran mayoría de veces sabían darle gusto y personalidad. David Gwynn también me ha ayudado mucho en este aspecto.

También los cambios de ritmo parecen una constante en tu música, ¿es posible?

Creo que no lo suficiente, si por mí fuera hubiera hecho más temas rápidos, pero suelo tirar más al medio tiempo…

¿Has tenido alguna influencia en estos arreglos trabajar con músicos reconocidos como Cabezalí?

Creo que lo mejor que ha tenido el disco es contar con grandes músicos como Manuel Cabezalí, porque le han sabido aportar una personalidad muy latente. En la canción ‘’Home on high’’ yo quería un sonido más eléctrico y oscuro y Manuel le dio ese sonido superando las expectativas.

Canciones como “When the music doesn’t sound” o “Lullaby” se alejan de lo que se está haciendo ahora en nuestro país, ¿crees que un estilo muy personal es una ventaja o desventaja en el mercado musical del siglo XXI?

Supongo que en un principio será una desventaja porque no sigo ningún tipo de moda y me costará más encontrar a mi público, pero creo que la gente que me escucha o me sigue es porque mi música le gusta de verdad lo que hago; tal vez la ventaja es que acabe siendo más atemporal, al fin y al cabo las modas también pasan…

Llevas tiempo trabajando en este disco, ¿te van surgiendo ideas para tus siguientes temas?

Claro que sí. Tengo muchas ganas de trabajar en cosas nuevas, estoy buscando los momentos para seguir componiendo nuevos temas y ya imagino como serían los arreglos, es lo que más me anima a seguir en esto, seguir creando.

Autor: Esther Martín